lunes, 27 de octubre de 2014

Tarta de crema catalana

Esta es la típica historia de  una cosa que termina siendo otra completamente distinta. El viernes hice un bizcocho de vainilla para un proyecto de tarta, pero era uno de esos días que las cosas no salen como uno quiere; y resulta que la plancha de bizcocho no salió como pretendía, y para colmo se me rompió al intentar hacer un brazo con el bizcocho. Qué bajón, pero nada más lejos que desesperarme, abrí el armario mágico y me encontré una tableta de turrón de crema catalana, que aunque no lo parezca, todavía no había caducado.  Así que puse la neurona a trabajar, y pensar que hacer con una plancha de bizcocho roto y una tableta de turrón. Y la pobre neurona, ya completamente agotada me dio una idea, yo creo que para que la dejara en paz. y de ahí nació esta deliciosa tarta.
 Lo primero que haremos es hacer el bizcocho de vainilla con la receta que ya tenemos en el blog, en el molde que decidamos o mas nos guste.
 Manos a la obra puse la tableta a derretir al baño maría, tendremos en cuenta que una tableta de turrón viene a pesar entre 200 y 250 grs;una vez tengamos el turrón derretido, lo dejamos atemperar (esperar a que esté templado).





Mientras vamos a preparar una buttercream: batimos con las varillas 125 grs. de margarina a temperatura ambiente con 150 grs. de azúcar glass. Cuándo esté bien batido, iremos añadiendo la crema de turrón atemperada, habrá perdido temperatura pero todavía está líquida.Seguiremos batiendo hasta que se haya incorporado por completo, y a la nevera para que coja cuerpo y espese.


 Mientras, como  ya tendremos el bizcocho preparado, lo cortamos por la mitad, y cuando la crema haya cogido cuerpo untamos la parte de abajo del bizcocho con la mitad de la crema. Tapamos con la parte superior del bizcocho y cubrimos con el resto de la crema, cubriendo bien los laterales. Muchas veces es mejor poner menos crema en el interior y dejar más crema para cubrir, y asegurarnos que tendremos de sobra, porque sienta muy mal estar terminando una tarta y quedarte corto de crema.






 Una vez que toda la tarta esté cubierta de crema, la dejaremos en la nevera para que vuelva a endurecerse. Pasado el tiempo necesario, la iremos vigilando. la sacamos de la nevera y cubrimos la superficie de azúcar, que quemaremos con lo que tengamos en casa, bien con un soplete, con el útil especial para quemar azúcar, etc... Una vez quemada el azúcar, volvemos a refrigerar la tarta, hasta el momento de su consumo.



 Y ya tendremos una deliciosa tarta de crema catalana. Ya veis lo que son las cosas, como empieza queriendo ser una cosa y termina siendo otra completamente deliciosa. Casi que merece la pena que algunas veces las cosa "salgan mal". Disfrutarla.
 Procurad ser felices y disfrutad del tiempo que paséis en la cocina, como yo lo hago.

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