Es un plato muy nutritivo, muy bajo en calorías y a la vez con un sabor a marisco delicioso. En el congelador siempre podemos tener una bolsita de mejillones, otra de gambas peladas, paquetes de palitos de cangrejo, así en cualquier momento nos hacemos este plato en un visto y no visto.
Para ir más rápido, podemos dejar la pasta cocida por la noche y untada con aceite, como ya hemos comentado en otras ocasiones, y así comer el plato recién hecho. Ni siquiera hace falta descongelar nada, hace que dé más sabor incluso a la pasta.
Necesitaremos :.
- Pasta (la que más nos guste), yo uso espaguettis, partidos por la mitad antes de cocerlos, para que se mezclen mejor con el resto de ingredientes.
- Mejillones 200 grs.
- Gambas peladas 200 grs.
- Palitos de cangrejo, 8 unidades.
- Vino blanco.
- Cayena entera, dos unidades.
- Pimienta blanca.
- Cuatro dientes de ajo pelados.

Lo primero que haremos será cortar los ajos en láminas, y ponerlos en una sartén a fuego suave para que vayan soltando todo su sabor sin quemarse. Mientras cortamos los palitos de cangrejo en trozos, y reservamos. Los palitos hay que cortarlos congelados para que no se deshagan. Cuando el ajo haya infusionado, añadimos los mejillones y las gambas sin descongelar. Subimos el fuego y tapamos la sarten , para que suelten el agua sin evaporarse. En éste momento añadimos dos cayenas enteras, y salpimentamos.


Cuando haya soltado el agua, destapamos y añadimos los palitos de cangrejo, el vino blanco, y la pasta de golpe. Mientras va reduciendo el vino, la pasta absorberá todo el jugo que han soltado las gambas, los mejillones y el vino blanco.


Y ya sólo nos queda emplatar.

Espero que os guste éste plato tan sencillo. Procurad ser felices y disfrutar de la cocina, como lo hago yo.
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