Ya está cerca el fin de semana, y lo que casi todo el mundo está
deseando es quedarse en casa a descansar. Y muchas veces no nos apetece
cocinar, y acabamos pidiendo la socorrida pizza, que nos traen en moto.
Pues yo os propongo algo diferente, hacer vosotros vuestra propia pizza.
Haremos la masa y le pondremos lo que mas nos apetezca.
Hacer
la masa no es tan difícil como parece, solo necesitamos un poco de
tiempo y ganas. Os explicaré paso a paso como hacer la masa.
Hay
infinidad de recetas para hacer la masa, pero ésta que voy a poner es
la que más me gusta, porque entre otros ingredientes lleva leche, que
hace que sea más jugosa y a los niños les alimentará más. Los
intolrantes a la lactosa pueden usar leche sin lactosa.
Necesitaremos:
- 400grs. de harina de trigo. Los celíacos la cambian por harina de maiz.
- 100 ml. de agua mineral ( yo usé del grifo y no pasa nada, eso sí, dejarla reposar unos min. para evaporar el cloro).
- 100 ml. de leche entera, ó sin lactosa.
- 1 paquetito de levadura fresca (25 grs.; vienen en paquetes de dos, normalmente la tienen junto a los yogures).
- 1 cucharadita de azúcar.
- 1 cucharadita de sal.
- 2 cucharadas de aceite.
Lo
primero que haremos será preparar el pre-fermento. Pondremos en un
cuenco la leche y el agua tibias, tienen que estar tibias para que la
levadura haga su efecto , si nos pasamos calentándola la dejamos templar
para no estropear el fermentado. Añadimos la levadura y lo mezclamos
bien para que se disuelva, yo usé una batidora pequeñita, de las de
mezclar el cola-cao, si no podéis usar las manos ó un tenedor.
A
continuación añadimos el azúcar, la harina, y volvemos a mezclar.
Dejaremos reposar 10 min. para dejar que la levadura vaya haciendo su
efecto. Observaremos que salen pompitas en la superficie, eso es buena
señal, la levadura empieza a fermentar. Iremos añadiendo el resto de la
harina tamizada, en tandas, mientras vamos mezclando, si la echamos toda
a la vez, se apelmaza. Añadimos la sal. Cuando veamos que la masa va
engordando, y nos cuesta mezclarla, seguiremos amasando con las manos,
ya en la encimera espolvoreada de harina, mientras vamos añadiendo el
resto de la harina. Un truco para hacerlo mejor, si lo hacemos solos, es
usar una cuchara, para no mancharlo todo, ya que tendremos las manos
pegajosas. Voy a intentar explicar como amasarla, pues lo grabé en video
y soy incapaz de publicarlo. Por fín he podido subir el video, aquí lo tenéis.
http://youtu.be/laLFlVovBhY
Cuando ya no podamos seguir
añadiendo más harina en el bol, enharinamos la encimera, para que la
masa no se pegue. Hacemos una bola y la ponemos en la encimera.
Seguiremos
añadiendo la harina poco a poco mientras amasamos. Ponemos la mano
encima de la masa, y con la palma de la mano apretamos hacia abajo y
adelante. La giramos 90º, la doblamos sobre sí misma y repetimos el paso
anterior, apretar hacia abajo y adelante, mientra vamos incorporando el
resto de la harina. Giramos y doblamos sobre sí misma, así la harina se
incorpora por igual a toda la masa, y no sólo en la superficie.
Cuando
veáis que la superficie de la masa queda suave, dejamos de poner
harina, y ha llegado la hora de fermentarla. En un bol untado de aceite,
para que no se pegue y luego la podamos sacar, ponemos la masa y en la
superficie cortamos una equis. Es para que salgan los gases de la
fermentación. La tapamos con un trapo, y en un lugar templado de la
cocina, por ejemplo dentro del horno apagado, la dejamos una hora, para
que fermente y doble su tamaño.
Se
nota la diferencia, verdad?. Ahora espolvoreamos la encimera con
harina, otra vez, y ponemos la masa encima. Por la parte de arriba, la
abrimos para que expulse el gas generado en la fermentación, añadimos
las dos cucharadas de aceite, y amasamos un poquito, y si es necesario,
añadimos un poquito de harina. Dividimos la masa en dos partes iguales y
podremos hacer dos pizzas.
Con una de las porciones haremos
nuestra pizza. La estiramos con el rodillo , en la encimera con harina.
Si no tenemos rodillo podemos usar un vaso de tubo, y si no el plan de
emergencia: enharinamos un poco la superficie de la masa, la cubrimos
con film plástico y la aplastamos con cuidado y despacito con una
cacerola, al ser redonda nos irá dando la forma. Yo la hice rectangular
para aprovechar más la forma del horno. Lo precalentamos a 200º C.
Ahora
la parte interesante, el relleno, lo que más nos gusta, lo que define
realmente una pizza. Antes de nada, una vez estirada la masa, ponerla en
la rejilla del horno, porque una vez rellena, no podremos. La cogemos
por un borde con las dos manos, y con cuidado, como si tuviéramos una
sábana haciendo la cama, la depositamos sobre la rejilla, y al lío.
Lo
primero que hice fué rellenar el borde de queso, me priva. Usé Gouda
cortado en tiras, dispuestas por todo el borde. Lo ponemos a un cm. del
borde, estiramos la masa y cubrimos el queso, apretándolo un poco.
Una
vez que tengamos los bordes listos, untamos la superficie de tomate con
cebolla, el que ya conocemos que usamos otras veces, y dará un sabor
estupendo. Si queremos le ponemos orégano, yo no lo hice. Yo le puse
bacon, cebolla en tiras (juliana), jamón york en trozos,trozos de queso
en lonchas y muuucho queso rallado. El resultado fué alucinante.
Horneamos la pizza a 180º C durante 35 min. Váis observando y la dejáis
a vuestro punto.
Una
masa crujiente pero muy suave, con mucho sabor y un relleno a tu
manera. Atreveros a hacerla y me mandáis las fotos. A ver quién es el
primer@. No seáis miedicas.
Intentad ser felices y disfrutar del tiempo que paséis en la cocina, como yo lo hago.
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