Para el bizcocho necesitaremos:
- 225 grs. de harina.
- 4 huevos.
- 200 grs. de azúcar.
- 1/2 sobre de levadura.
- 1/2 vaso de aceite ( yo mezclé oliva y girasol).
- Zumo de 2 naranjas.
- Ralladura de la piel de 1 naranja.
Para el ganaché de chocolate:
- 100 grs. de chocolate negro de repostería.
- 100 ml. de nata para montar (35% materia grasa).
Para la salsa para cubrir:
- 100 grs. de chocolate negro de repostería.
- 1 cucharada de mantequilla.
Vamos a empezar haciendo el bizcocho, y como siempre lo primero es tamizar la harina con la levadura. Precalentamos el horno a 200ºC.
Vamos a batir los huevos con el azúcar hasta que blanqueen y doblen o tripliquen su tamaño, nos llevará unos 8 o 10 minutos.
Mientras lavamos muy bien las naranjas, Rallamos la piel de una y las exprimimos para extraerlas todo el zumo.
Cuando veamos que la masa ha subido y adquiere ese tono blanquecino añadimos el aceite y seguimos batiendo. Como antes os comentaba mezcle los dos aceites, me encanta el sabor del de oliva en los bizcochos y magdalenas, pero no quería que ocultara el sabor de la naranja, por eso usé mitad y mitad.
Dejamos que emulsione un par de minutos y añadimos el zumo de naranja y la ralladura de la piel, y seguimos batiendo un par de minutos para que se incorpore del todo.
Cuando veamos que tenemos una masa homogénea procedemos a añadir la harina, lo haremos cucharada a cucharada. Hasta que no se incorpore bien la primera cucharada no añadimos la siguiente, así nos aseguramos que la masa no se bajará. Si añadimos toda la harina de golpe, la masa se baja por el exceso de peso y pierde toda la esponjosidad que habíamos logrado.
Como veis nos queda una masa muy esponjosa de un bonito color naranja. Vamos a enmantecar un molde, vertemos la masa con cuidado para que no se baje y lo introducimos en el horno. Como ya lo teníamos precalentado, bajamos la temperatura a 180ºC, y lo tendremos un mínimo de 30 min. Como cada horno es un mundo, pasados los 30 min. lo pinchamos en el centro con un palillo o pincho, y si sale limpio sacamos el bizcocho del horno. Si el palillo sale manchado lo dejamos unos 10 minutos más, y volvemos a realizar la operación hasta que el palillo salga limpio. Si vemos que mientras se empieza a tostar la superficie, lo tapamos con papel de aluminio.
Una vez tengamos el bizcocho terminado, lo dejamos enfriar y vamos preparando el "relleno" de chocolate. En un cazo al baño maría ponemos el chocolate con la nata a derretir. Pondremos el fuego a media potencia, para que se vaya derritiendo de forma uniforme, y lo removemos mientras tanto. Solo queremos que el chocolate se derrita no que hierva, por eso hay que poner el fuego a media potencia, lo suficiente para que tenga temperatura, sino se echaría a perder el chocolate.
Cuando tengamos el ganaché terminado, lo dejaremos unos minutos a temperatura ambiente, para que pierda calor, lo suficiente para ponerlo en la manga pastelera, si lo dejamos más tiempo empezará a endurecer, y no penetrará en el bizcocho.
Ponemos el ganaché en la manga y comenzamos a inyectarlo por todo el bizcocho. Nos aseguramos que entre lo suficiente la boquilla de la manga, apretamos suavemente para que vaya entrando el chocolate y sin dejar de apretar vamos levantando la manga despacio para que entre suficiente cantidad y se distribuya bien, sino se quedará solo en la superficie. Lo hacemos en diferentes partes del bizcocho, al gusto de cada uno y la cantidad que nos apetezca, pero tener en cuenta que demasiada cantidad de chocolate ocultará el sabor del bizcocho. No os preocupéis si se ven los agujeros, luego los tapamos con la salsa de chocolate. Si os preocupa que se puedan ver los agujeros, también se puede hacer la operación por la base del bizcocho. Lo dejamos del revés hasta que endurezca el chocolate.
Una vez terminemos con el chocolate lo dejaremos reposar para que endurezca un par de horas en el frigo. Unos minutos antes de servirlo preparamos la salsa de chocolate. Igual que antes derretimos el chocolate con la mantequilla al baño maría. La mantequilla hará que quede menos denso el chocolate y tenga más brillo. Si la queréis un poco más líquida, le podéis añadir un par de cucharadas de nata.
Con la salsa recién hecha la vertemos caliente sobre el bizcocho frío, así con el cambio de temperatura la salsa se pegará al bizcocho y empezará a endurecer sobre la superficie.
Y ya veis un delicioso bizcocho de naranja con sorpresa de chocolate y servido con chocolate caliente, una combinación perfecta para disfrutar con la pareja.
Además podéis usar la receta del bizcocho para cualquier tarta que os apetezca.
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