Este postre tiene muchas semejanzas con muchos otros, pero no se parece a nada que hayamos hecho antes; puede parecer un pudin, puede parecer un flan, incluso puede llegar a parecerse a una tarta, pero aunque tenga mucho en común con todos, el resultado final es completamente diferente, y que podremos cambiar a voluntad con tan sólo variar la cantidad de pan. Vamos a verlo.
Necesitaremos:
- 5 huevos.
- 200 grs de azúcar.
- Pasas y orejones (en mi caso usé 75 grs de ciruelas pasas, pero es al gusto).
- Licor dulce (tipo Cointreau ó naranja, yo usé éste último).
- Pan duro.
- 1/2 litro de leche.
- Ralladura de 1 naranja y 1 limón.
- 2 manzanas.
- Canela en rama y en polvo y azúcar para espolvorear.
- 5 semillas de cardamomo.
Esta vez usé media barra de pan para torrijas que tenía guardado hacía varios días; y como antes os comentaba, con tan sólo variar la cantidad de pan, cambiaremos el resultado del postre a nuestro gusto, interesante, verdad?
Empezaremos por poner la leche en un cazo al fuego con el palo de canela y las semillas de cardamomo, que habremos abierto con la uña o un golpecito, y coceremos a fuego medio 5 minutos. Pasado el tiempo apagamos el fuego y lo tapamos para que infusione unos 10 minutos.
Mientras infusiona vamos a picar las ciruelas en 4 trozos, si fueran pasas no haría falta por el tamaño, y las pondremos a macerar en un bol junto a la ralladura de naranja y limón y 3-4 cucharadas de licor, que también va al gusto; en mi caso y como lo iban a comer niños sólo puse ésa cantidad.
Mientras macera, vamos a pelar y picar las manzanas en dados pequeños y las pondremos en otro bol. Le añadimos la mitad del azúcar y canela al gusto y lo dejamos macerar, para que suelte su jugo unos 10 minutos.
Mientras reposan todo los ingredientes anteriores, vamos a ir picando el pan, lo haremos como si fuera para sopa de ajo, en medias rodajas, y las pondremos en un bol grande.
En el momento en que lo tengamos listo, colamos la leche, que teníamos infusionando, encima del pan y añadimos las pasas con el licor, las manzanas con su jugo y removemos bien para que se moje bien el pan y se mezclen todos los sabores.
Lo dejamos reposar y mientras, batimos los huevos con el resto del azúcar y lo añadimos a la leche, removiendo bien, para que se mezcle todo de forma homogénea.
Untamos un molde con mantequilla y vertemos la mezcla, cubrimos toda la superficie con azúcar y canela, que hará una costra al hornearse y será la base del Pan Perdido cuando lo desmoldemos.
Lo ponemos en el horno a 180ºC durante 30-35 minutos, pasado el tiempo lo pinchamos en el centro, si sale limpio, apagamos el horno y lo dejamos enfriar dentro con la puerta abierta; si sale el palo manchado lo dejamos 10 min más y volvemos a comprobar ya que cada horno es un mundo. Una vez frío lo desmoldamos y decoramos con canela, almendra crocanti, virutas de chocolate y flores de nata montada.
Y ya veis un postre delicioso y diferente con unos ingredientes muy sencillos, sólo queda que lo disfrutéis.
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